...los Derechos Humanos en el día a día?
Transcurridos más de 70 años desde la aprobación y publicación oficial de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos encontramos en un lugar diferente a cuando comenzamos este camino hacia el respeto y la igualdad. Sin embargo, a pesar del notable avance social y abrumador progreso tecnológico, no se han llevado a cabo con éxito muchos de los puntos que este acuerdo señala. Un caso concreto es la presencia de discursos de odio (racismo) hacia la comunidad romaní en pleno siglo XXI.
Y es que basta sencillamente con fijarse en la lista de consideraciones, de la que pondré como ejemplo la número 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. Este derecho en sí está perfectamente planteado y doy por supuesto que la ciudadanía lo entiende y está de acuerdo con él. Ahora bien, hay ocasiones en las que, por un motivo u otro, hay quienes pretenden hacer alguna excepción ante esta idea; como lo es discriminar a una persona por su identidad de género, orientación sexual, color de piel o incluso por la minoría étnica a la que pertenece. Es ahí donde yace el problema. ¿Cómo es posible respetar la opinión de ciertas personas si lo que afirman realmente atenta contra la libertad y mera existencia de otras?
Así como el primer punto indica que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, somos conscientes de que existe una elevada probabilidad de que la persona en cuestión sufra algún tipo de discriminación a lo largo de su vida; ya sea machismo, LGTBIfobia, racismo, o cualquier otra opresión ejercida hacia grupos sociales minoritatios. Es irrazonable presumir que "ya hay igualdad" cuando hay constancia de 43 víctimas mortales de violencia de género en 2021, según el INE; cuando Dunja Mijatovic, comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, señaló que en Francia los jóvenes de origen árabe y africano tienen veinte veces más probabilidades de ser detenidos y chequeados que cualquier otro grupo masculino; o cuando Amnistía Internacional publica que en El Salvador las mujeres trans tienen una esperanza de vida 41 años menor que la media de la población en general, así como que la población romaní padece múltiples formas de discriminación diarias que afectan a su escolarización y su empleo.
Como hemos visto, no nos podemos limitar exclusivamente a establecer las pautas que deben ser seguidas para lograr una sociedad ideal, pacífica e inclusiva. Además, debemos priorizar la comprensión de estos puntos y su aplicación tanto individual como colectiva en nuestro día a día. Todo ello se hace posible con la educación de los más pequeños. ¿Acaso si no se les educara en base a estos valores serían capaces de respetarlos?
Pues bien, este blog ha servido, no tanto como para educar, sino más bien para enseñar a todo el que lo leyera distintas perspectivas acerca de una relativamente amplia variedad de temas de interés general. Dado que en algunas de mis entradas he hablado sobre derechos fundamentales, había pensado que qué mejor manera de concluir el blog que enfatizando por última vez la aplicación de los Derechos Humanos en el día a día. Y sí, has leído bien: el blog no continúa. El duro viaje que inicié a mediados de septiembre, conocido popularmente como el curso de 2º de Bachillerato, también llega ya a su fin. Personalmente, ha sido una experiencia indudablemente enriquecedora compartir mis opiniones con ustedes y conocer de igual modo sus puntos de vista sobre las cuestiones tratadas a lo largo de estos meses. Asimismo, espero que este blog les haya servido de ayuda para formar una opinión propia y razonada tanto en relación con los temas abordados en él como con los diferentes aspectos de la vida en los que debemos inevitablemente recurrir al pensamiento racional y lógico.
Ahora les pregunto yo a ustedes: ¿Qué piensan sobre…este blog?
Me ha gustado mucho leer tu blog. Me he leído todas tus publicaciones puntualmente, y me ha parecido muy interesante. Leo con tristeza que no vas a continuar con el blog, pero espero que haya servido a su propósito, tanto para ti al escribirlo como para mí al leerlo.
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